Noventa y seis (96) profesionales provenientes de 10 estados
del país presentaron planes de acción para prevenir y abordar la violencia
escolar. Esta iniciativa fue parte del Programa de Formación que desarrolló
Cecodap y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UCAB, el cual duró 7
meses, más de 70 horas de reflexión y contó con participación de 14
facilitadores de distintas disciplinas.
Esta experiencia formativa permitió entender y comprender
que la violencia escolar es una realidad presente en muchos centros educativos
públicos o privados, sin embargo, son muchas las oportunidades y los espacios
que se pueden promover para construir una cultura de convivencia escolar.
A pesar de las realidades de cada participante y de las
diferencias geográficas e institucionales, las propuestas presentadas coinciden
en la necesidad de la “formación”, “participación”, “articulación” y
“seguimiento” como elementos indispensables prevenir la violencia
escolar.
Entre las principales acciones se resaltó la promoción de
espacios de formación y reflexión con docentes, familiares, directivos y los
propios estudiantes. El conocer aspectos legales, pedagógicos, y emocionales
son condiciones básicas para realizar un abordaje adecuado a los diversos
conflictos que se presentan en la dinámica escolar.
Otro aspecto muy presente en todas las propuestas fue el
entender que los manuales de convivencia o reglamentos internos de disciplina
escolar no constituyen fines en sí mismo, sino por el contrario, son
herramientas o instrumentos para garantizar una disciplina escolar acorde con
los derechos, siendo necesario que en su elaboración participe toda la
comunidad educativa y sea un reflejo de sus realidades e intereses y con
estricto apego a la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, Ley Orgánica de Educación y demás normas que rigen la materia.
La participación de los y las estudiantes también constituyó
una acción clave en las propuestas. La formación de promotores del buen trato
representa una alternativa pedagógica para ver y comprender a los
estudiantes como parte de solución y no del problema, siendo necesario ofrecer
espacios creativos e innovadores para que los niños, niñas y adolescentes no
solo desarrollen habilidades y competencias para prevenir la violencia, sino
además, dispongan de espacios para manifestar y compartir sus emociones, preocupaciones
e intereses.
Se destacó la importancia de la articulación y el
seguimiento de las acciones emprendidas. El grupo manifestó la necesidad de la
sistematización y continuidad de las experiencias. De esta manera los planes de
acción formarán parte de la cultura institucional de los centros educativos.
Finalmente, desde Cecodap y la UCAB felicitamos y valoramos
todas las propuestas. Resultó evidente la disposición de los participantes en
seguir pensando y actuando para convertir los centros educativos en espacios
para el buen trato, donde se pueda abordar los conflictos de forma positiva y
constructiva. De esta manera, el Programa de Formación llega a un final pero,
sin lugar a dudas es el inicio de nuevos retos. Gracias
por haber confiado en nosotros. Un grupo numeroso, diverso pero sobre todo,
comprometido. Nos sentimos orgullosos de lo alcanzado.
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